Doncos

El primer poblado es muy antiguo, ya en el año 1164 figura con el nombre de Dauncus y en los siglos XII y XIII ya pertenecía al arcediano de Triacastela. Sin duda, el topónimo Doncos parece derivar de los Duancos, gente de los Zoelas que hace más de dos mil acuñaron el Pacto de Solidaridad, que se conserva en el Staatliche Museen de Berlín.

La antigua importancia de la zona la avala el hecho de que por la misma cruzaba una de las vías militares romanas de Braga a Astorga pues Verea y Aguiar sitúa la mansión romana Ponti Naviae en la actual As Nogais y, posteriormente, su castillo medieval parece haber formado parte de una barrera defensiva junto con los de similar construcción en Balboa en el Bierzo y Torés.

Por aquí pasaba el Camino Real de Castilla, camino de carretas, que inició su construcción en 1762 y se terminó en 1779 y en su construcción el Marqués de Croix, José Crame y Carlos Lemaur hacen amplias referencias a restos que encontraban y que según ellos, pertenecían a los romanos. A finales del siglo XIX esta vía quedó en desuso debido a la construcción de la carretera nacional Madrid-A Coruña y, finalmente, la moderna autovía A-6 a principio del este siglo.

En el primer libro de bautizados (los anteriores fueron destruidos en la quema de los franceses) que se conserva, consta:

“Certifico yo el infra escrito Cura Párroco de la Villa de Doncos, y en caso necesario juro, como en la invasión que hicieron los pérfidos y viles franceses en el día cinco de Henero del corriente año de mil ochocientos nueve en este Reino de Galicia de el que estuvieron apoderados por cinco meses y veinte días; y de el que fueron arrojados por el prodigioso y sin igual valor de la Nación Gallega, no solo han saqueado todas las Casas de dicha Villa, incendiando muchas de ellas, destruyendo igualmente las mieses de los labradores sino que tambien violentaron varias mugeres asisinando enseguida alguna de ellas, maltrataron a los enfermos y pacíficos labradores hasta el número de los catorce vecinos. Profanaron el Santuario. Desenterraron veinte y cuatro muertos para averiguar si en su sepulcro había dinero, quemaron las Imágenes de los Santos, y la Custodia del Altar mayor; robaron todas las Alhajas de oro y plata y Vestuarios que se hallaban escondidos en la Vóveda de la Capilla mayor, cuya pérdida se registra en mas de cien mil reales; y asimismo quemaron, o robaron el Libro corriente de Bautizados que dava principio en Henero de Ochocientos siete, por cuya razón me ha sido preciso como lo he hecho convocar todos los cabezas de casa de dicha mi parroquia, a fin de que declarasen los bautizados que havia havido en ella desde la expresada época hasta la presente y por su declaración resultó ser los siguientes:”

Fue tal la barbarie que, en el libro de defunciones consta:

“Certifico yo el Ynfraescritto Cura Párroco de la Villa de Doncos, como por la invasión echa por los Franceses en los cinco de henero del presente año de mil ochocientos nueve, y por la residencia que en el tuvieron por el espacio de cinco meses y veiente días persiguiendo y mattando attodos quantos hallaron, y especialment en esta Villa de Doncos enfurecidos de la resistencia que por los Paisanos se les hacía, no se ha podido llevar una quenta formal con los entierros de los cadáveres de los hombres y mujeres muertos ya por dichos Franceses (hay palabras de difícil lectura), por cuya causa me ha sido preciso proceder en el modo posible de serenada que fue dicha calamidad a la averiguacion de los difuntos enterrados en estta mi Parroquia...”

Esta brutalidad parece debida a la represalia por la muerte de un soldado francés, precisamente hermano del general Fournier, pero, de ningún modo puede justificar tal masacre.

En el Antiguo Régimen Doncos era una jurisdicción que comprendía las parroquias de Doncos y Nullán y que, en los primeros períodos del municipalismo (1812-1814, 1820-1823 y 1835-1840) se constituyó en ayuntamiento. En Octubre de 1840, la Diputación de Lugo acordó su unión con los ayuntamientos vecinos de Noceda y As Nogais y en 1845 ya aparece como ayuntamiento de As Nogais.

Doncos ya tenía luz eléctrica en la década de los 30 del siglo XX. No en vano, era el pueblo más grande entre Villafranca del Bierzo y Lugo.

Las elecciones municipales del 12 de Abril de 1931 dan la victoria a las candidaturas republicanas, fuerzan al rey Alfonso XIII a la renuncia y al exilio y favorecen la proclamación de la 2ª República Española, lo que trae aires de renovación a Doncos, cuyos vecinos deciden constituir la Junta Republicana local, bajo la bandera tricolor.

 

Durante la rebelión militar de Francisco Franco, la Junta Republicana de Doncos se pone a las órdenes de las autoridades de Gobernación en Lugo. En este tiempo se generalizó la quema de iglesias por parte de militantes de izquierda y el templo de Doncos estaba entre sus objetivos, pero no lograron llevarlo a cabo. Los vecinos de Doncos permanecieron en el interior de la iglesia por turnos, día y noche, para defender el edificio y a su párroco ante cualquier ataque. Finalizada la contienda, las nuevas autoridades nacionales supieron reconocer el gesto y liquidaron el pasado republicano de Doncos imponiendo multas de 500 y 200 pesetas a los dirigentes de aquella Junta Republicana.

 

 

En la actualidad, Doncos sobrevive a base de una residual actividad agrícola y ganadera y de escasos empleos en el sector terciario de la zona. El cantar de los carros ha sido sustituido por modernos tractores y los caminos embarrados han quedado sepultados por el moderno asfalto que une sus barrios.